Pruebas sísmicas en Búfalo

¿Alguna vez se ha preguntado qué se necesita para que un producto de construcción cumpla con los estrictos estándares sísmicos de Clase A? Cliff Snedeker, técnico sénior de ventas, y el equipo de construcción de Armstrong viajaron a la Universidad de Búfalo para presenciar de primera mano cómo Armstrong Ceiling Solutions está estableciendo el estándar con una impresionante cartera que consta de sistemas de plafones de alta calidad sometidos a pruebas sísmicas en la industria.

Este artículo analiza en profundidad las pruebas sísmicas desde muchas perspectivas, léalo para obtener más información sobre el proceso y lo que se necesita para cumplir con los estándares de Clase A.
 

Preparativos detrás de escena

Se necesita una gran coordinación entre varios equipos de expertos para que pueda comenzar la sacudida sísmica para cada proyecto. Desde el pedido, el ensamblaje y la entrega de los productos Armstrong hasta la construcción personalizada de cada instalación para realizar pruebas, no es un trabajo pequeño. Todo este trabajo de preparación permite realizar pruebas de agitación en instalaciones de hasta 15-400 pies cuadrados en una semana corta.

Según Paul Hough, coordinador de Pruebas sísmicas en Armstrong, todas las pruebas sísmicas se realizan en una mesa que consta de varios actuadores accionados hidráulicamente debajo de ella y proporciona movimiento de agitación en seis direcciones diferentes. El tamaño de la mesa es algo pequeño, de solo 6' × 6' u 8' × 8', en comparación con el marco de transición que expande la superficie de trabajo a aproximadamente 25' × 25'. Explica además que otro marco personalizado de 20' × 20' se adjunta a la superficie y está diseñado para parecerse a los muros de un edificio, y proporciona 400 pies cuadrados de espacio en el plafón, lo que es ideal para probar los productos Armstrong. El equipo de Paul puede manejar de ocho a quince pruebas de vibración en una semana determinada, según las especificaciones de construcción y el nivel de dificultad de cada construcción.

Agitar, romper y analizar

Este sistema de prueba sísmica, con los actuadores conectados a un sistema informático, sirve para llevar a cabo la simulación de un terremoto.

“Lo agitamos, lo rompemos, lo analizamos y, luego, lo derribamos y comenzamos de nuevo”. - Paul Hough, coordinador de Pruebas Sísmicas

Paul indica, “Lo agitamos, lo rompemos, lo analizamos y, luego, lo derribamos y comenzamos de nuevo”. Su principal objetivo es evaluar los productos de construcción para garantizar que los artículos sean seguros para el uso del consumidor.
 

Prueba sísmica del plafón de madera personalizado de Armstrong

John Dose, responsable sénior de Ventas Técnicas de Armstrong, se hizo cargo de la preparación para la prueba sísmica de un plafón de madera construido con un sistema de suspensión de resistencia superior y Tes principales de dos pies a eje.Explica que cada prueba tiene su propio conjunto de dibujos, según los productos utilizados en la construcción. También afirma que Armstrong está “muy por delante de la curva en las pruebas estándar”, con el objetivo final de proporcionar productos aprobados desde el punto de vista sísmico para instalaciones en zonas sísmicas como California. 
 

Involucrado y presenciando la mesa de vibración

Cliff Snedeker y su equipo no solo construyeron varias obras con productos Armstrong, sino que también tuvieron la posibilidad de observar las rigurosas pruebas de vibración de los productos durante cada prueba sísmica. Se involucra de cerca y presencia varias de las pruebas sísmicas. El equipo probó una moldura de transición de acero de una pulgada, que pasa una pulgada desde un plafón de paneles de yeso hacia un plafón acústico y lleva la prueba de vibración al máximo de 3.0 G.

¿Los resultados? Superaron con creces el temblor de un terremoto real, según Cliff.

Durante otra prueba de vibración, Paul Hough, gerente de Códigos y Estándares, explica el proceso que utiliza una serie de simulaciones de terremotos “ficticias” que duran 30 segundos para probar los productos de plafón Armstrong. Continúa aclarando que los terremotos “ficticios” provienen de una aceleración de la respuesta espectral desde los mapas de estudios geológicos directamente. La aceleración de una respuesta espectral se determina mediante una fórmula compleja que calcula la aceleración del movimiento del suelo y el porcentaje de la fuerza G, y se refiere al temblor experimentado en un edificio durante un terremoto. 

Explica además que cada prueba de vibración se somete a varias rondas de pruebas, con un mínimo de 0.25 G hasta un máximo de 3.0 G. La cantidad de vibraciones se vuelve progresivamente más fuerte con una mayor aceleración y un aumento de vibraciones violentas en todas las direcciones. Los resultados de este proceso revelan si se produce algún daño durante la simulación. Los especialistas en sismos evalúan áreas críticas del plafón después de cada prueba para ver si el sistema de suspensión se ha visto comprometido, y evalúan los plafones para ver si alguno se desprendió y cayó al piso durante la prueba. 

El gerente de Servicios Técnicos de Armstrong Ceiling Solutions, Jason Ameen, explica que 1.75 G es el umbral mínimo de aceptación para los productos Armstrong. También explica que a lo largo de los años, el diseño de plafones ha evolucionado hacia configuraciones más complejas que nunca, lo que dificulta su cálculo o modelado. Las pruebas sísmicas no solo eliminan cualquier especulación sobre la resistencia y el desempeño, sino que también amplían la cartera de productos Armstrong de seguridad sísmica, lo que permite a nuestros clientes diseñar e instalar con confianza.

Esta mirada en profundidad al proceso de pruebas sísmicas demuestra nuestro compromiso y dedicación con el desempeño, la comodidad y la seguridad de nuestros clientes. En Armstrong Ceiling Solutions, no solo lo ayudamos a construir; lo ayudamos a construir mejor.